Las nuevas tecnologías de
la imagen han cambiado nuestro modo de comunicarnos, de relacionarnos, de entender, de presentarnos ante el mundo.
Estas tecnologías que asaltan todos los lugares generan nuevas prácticas y
conceptos. La cultura actual está rodeada por la evolución de las tecnologías
que ha venido a reemplazar los soportes tradicionales, como el televisor, el
aire, el papel, por la digitalización de las imágenes.
Este proceso llevo a la creación
de simulaciones de lo real a partir de la manipulación, la reproducción y la
anticipación de lo real en
vídeos e imágenes. Tendemos a realizar
recortes de la realidad y exponerlo en redes sociales o medios de
comunicación. En estos recortes buscamos
representar una parte de la realidad
Todas las imágenes que nos
invaden se convierten en un nuevo régimen visible, que conlleva a una nueva
forma de mirar y de visibilizar
generando así una nueva discursividad, es decir, un nuevo discurso y un nuevo
lenguaje, a través de los cuales nos expresamos.
Las nuevas tecnologías de la
imagen también plantean nuevos órdenes, nuevo imaginario, nuevo orden visivo,
nuevo orden numérico. Los efectos que producen son dos y a la misma vez son
contradictorios: uno es el aplastamiento de lo cultural con él que se pierde
vocabulario y la costumbre de leer formalmente y el otro efecto es el del
imaginario tecnocultural activo, es decir, que permanentemente generamos
contenidos, imágenes, etc.
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