Vivimos en lo que Zygmunt Bauman llamo “Modernidad liquida” .Este periodo histórico se
caracteriza por poseer un orden de relaciones sociales en constante movimiento
y (re) construcción expresado por las redes. La metáfora de la red da cuenta de
una forma de relación social predominante: conectar (se) y desconectar (se),
ser conectado y desconectado en forma rápida y con bajo costo (económicos, políticos,
pero también afectivos).Para sobrevivir en el mundo de las redes hay que actuar
y transformarse con rapidez, olvidar y reinventarse; la velocidad es una característica
central.
En la actualidad, la gente se comunica e interactúa en
entornos virtuales de manera creciente porque los desarrollos tecnológicos aceleraron
el proceso de “desanclaje del espacio/tiempo”, esto es, el creciente y
generalizado “despegue” de las relaciones sociales de sus contextos locales de interacción.
En este contexto, las características singulares que
presenta el cruce entre escuelas y T.I.C en la primera década del siglo son:
- La cantidad y diversidad de conocimientos, textos y productos que circula no deja de crecer.
- Los sujetos con los que trabaja la educación escolar son crecientemente atravesados por flujos electrónicos globales (estímulos, imágenes y textos) que proveen una parte cada vez más importante de los materiales sobre los que se construyen las narraciones de lo social y la identidad de los individuos.
- La escuela deja definitivamente de ser el canal
privilegiado mediante el cual las nuevas generaciones entran en contacto con la
información sobre el mundo, proceso que ya había iniciado la irrupción de la
TV algunas décadas atrás.
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